sábado, 19 de septiembre de 2009

viernes, 18 de septiembre de 2009

jueves, 17 de septiembre de 2009

Un minuto para respirar...



Madre de la Merced

Madre, Nuestra Señora de la Merced:
El amor te ha hecho libre,
como el alba a la mañana.

Tu corazón pobre es libre,
con la libertad del Reino.

Tu corazón manso es libre,
con la libertad de un Dios cercano.

Tu corazón de hambre y sed de justicia es libre,
con la libertad de un Dios planitud.

Tu corazón misericordioso es libre,
con la libertad de un Dios amor.

Tu corazón en paz es libre,
con la libertad de ser llamada hija de Dios.

Tu corazón perseguido por la justicia es libre,
con la libertad de ser tuyo el Reino.

Tu libertad te lleva a ser feliz,
cuando la injuria o la persecución,
a causa de Jesús, llama a tu puerta.

Entonces te alegrarás y regocijarás,
porque la recompensa será grande en el Reino.

Bienaventurada tú, porque has creído en Jesús,
tu hijo, como el Señor y liberador.

(Pedro Fernández, o.ss.t.)

martes, 15 de septiembre de 2009

domingo, 13 de septiembre de 2009

POR AMOR

EL EVANGELIO DEL DÍA DOMINGO


Vigésimocuarto Domingo del Tiempo Ordinario


Hoy la Iglesia celebra : San Juán Cisóstomo


Lecturas


Leer el comentario del Evangelio por : Santa Teresa-Benedicta de la Cruz [Edith Stein] «Que tome su cruz y me siga»



Evangelio según San Marcos 8,27-35.


Jesús salió con sus discípulos hacia los poblados de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó: "¿Quién dice la gente que soy yo?". Ellos le respondieron: "Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas". "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?". Pedro respondió: "Tú eres el Mesías". Jesús les ordenó terminantemente que no dijeran nada acerca de él. Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar después de tres días; y les hablaba de esto con toda claridad. Pedro, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo.


Pero Jesús, dándose vuelta y mirando a sus discípulos, lo reprendió, diciendo: "¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres". Entonces Jesús, llamando a la multitud, junto con sus discípulos, les dijo: "El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí y por la Buena Noticia, la salvará.



Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.